Tratamiento/ terapéutica del cáncer de cabeza y cuello
Enfermedad localizada:
Aproximadamente el 30 a 40 por ciento de los pacientes con tumores de cabeza y el cuello de células escamosas estadio I-II, son tratados con cirugía primaria o radioterapia definitiva (RT). Los pacientes con carcinoma in situ generalmente se administran quirúrgicamente en la misma forma que aquellos con enfermedad T1. La supervivencia global en pacientes con estadio I o enfermedad en estadio II es típicamente de 70 a 90 por ciento. La observación cuidadosa y seguimiento después del tratamiento inicial se requieren, tanto para detectar una recurrencia potencialmente curable y para identificar y tratar segundos tumores primarios. Particularmente en pacientes con consumo de tabaco y alcohol, hay un aumento sustancial en el riesgo de un segundo cánceres de cabeza y cuello.
Enfermedad localmente Avanzada:
El carcinoma de células escamosas de cabeza y cuello en estadios II-IV, se asocia con un alto riesgo tanto de recidiva local y metástasis a distancia. Enfoques de modalidad combinada (cirugía, radioterapia y / o quimioterapia) por lo general se requieren para optimizar las posibilidades de control de la enfermedad a largo plazo. Estos enfoques de modalidad combinada incluyen la cirugía primaria seguido de RT postoperatoria o quimiorradioterapia concurrente, inducción quimioterapia (la adición de la quimioterapia antes de la cirugía y / o RT), la quimiorradioterapia concurrente y la terapia secuencial (quimioterapia de inducción seguida de quimiorradioterapia concurrente) con necesidad de cirugía en tumores residuales.
Las decisiones acerca de la terapéutica y selección de la cirugía, RT, y / o quimioterapia requieren un enfoque multidisciplinario. Los factores clave a tener en cuenta son el sitio primario del tumor y la extensión de la enfermedad, los factores individuales del paciente (edad, comorbilidad, preferencias sobre el tipo de tratamiento), y las consecuencias funcionales probables y la morbilidad de cada enfoque de tratamiento. La elección del tratamiento también debe tener en cuenta la experiencia y la tecnología disponible en la institución médica del paciente.